Mi gran inspiración fue el maestro David Gemmell, mucho más que J. R. R. Tolkien, Michael Moorcock, Raymond Feist,… Siempre me ha gustado la áspera fantasía heroica de Gemmell. En gran medida, escribí este libro teniendo en cuenta ese mismo patrón, pero añadiéndole algunas dosis de “terror” así como distintos frentes de “acción”.
Las Crónicas de los Mecavampiros surgieron de mi deseo de hacer algo con vampiros. Pero dándole un giro a la ecuación, lo que acabó derivando en esta fusión entre la fantasía y las técnicas empleadas en la elaboración de relojes.
Durante mucho tiempo quise escribir una historia sobre las criaturas de la noche, pero cada idea que tenía, era desechada al instante porque se trataba de algo que ya existía. Yo, quería algo completamente diferente. Cuando escribí los libros de la serie Combat K, manejé algunas criaturas del tipo ciborg y, un día, me pregunté a mí mismo: ¿Y si los vampiros lo fuesen porque eran en parte máquinas que los hacían ser así? Pero, no puedes utilizar ciborgs en una novela de fantasía. Fue por eso por lo que le di vueltas a qué tecnología podía ser la adecuada para ello, y pensé en los relojes, porque la técnica que utilizaban para su funcionamiento podía ser fácilmente extrapolable a un entorno de fantasía.
Al poco, una revista llamada VisionaryTongue, me encargó escribir una historia corta, así que la utilicé como banco de pruebas para la idea de los mecavampiros. Empleé para ello a Pippa, uno de mis personajes principales de la serie Combat K, y aquello dio como fruto una historia que me satisfizo plenamente. Pensé: debo expandir este universo. Lo cual, nos lleva hasta este libro, La Leyenda de Kell.”
(Andy Remic)
Portada e Ilustraciones interiores: Daniel Medina Ramos
Traducción de José Ángel de Dios
Libros que conforman la trilogía:
- La Leyenda de Kell.
- Ladronas de almas.
- Los Señores Vampiro de la Guerra.
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